Tres verdades sobre la Transformación Digital

La Transformación Digital (TD) es un proceso encaminado a mantener los negocios operando de manera óptima en esta era de evolución tecnológica permanente. Esta corta definición esconde tres verdades que con frecuencia son olvidadas:

Primero – “La Transformación Digital (TD) es un proceso…”: La Transformación Digital no es algo con fechas de inicio y de fin. No es un proyecto que iniciamos en algún momento, y que llegará a su fin unos meses o años después. Se trata de un proceso continuo y permanente, ya que la tecnología cambia más rápido de lo que solemos esperar, y el proceso de adaptación debe ser contínuo. No podemos dejar de innovar, de prepararnos, de adoptar nuevos modelos y tecnologías. Eso significa que la TD no es un proyecto, es un proceso continuo, y debe hacer parte del día a día de la compañía.

Segundo – “…encaminado a mantener los negocios…”: La Transformación Digital tiene sentido para cambiar una organización existente, no para crear una empresa nueva. En la creación de una nueva empresa, el objetivo es implementar un modelo de negocios rentable y escalable, por lo que la tecnología viene por añadidura. Una empresa establecida, en cambio, ya tiene un modelo comercial, una estructura, un saber hacer, que debe estar en permanente cambio y adaptación, y por supuesto, mientras más grande más difícil es este proceso. Para un yate, esquivar un obstáculo es mucho más sencillo que para un buque carguero o un transatlántico.

Tercero – “…operando de manera óptima…”: La Transformación Digital es acerca de la estrategia, no de tecnología. Lo importante es el negocio, mientras que la tecnología es la herramienta. Con demasiada frecuencia, los esfuerzos de TD se definen en términos de las tecnologías que pretenden aprovechar (IA, Cloud, Blockchain, Big Data, etc.). Por supuesto, la tecnología será parte de la implementación de cualquier estrategia digital que se desarrolle, pero todo esfuerzo en TD debe estar orientado al negocio y su estrategia. La tecnología viene a dar soluciones, y el negocio no debe moldearse a una lista de tecnologías a adoptar.

Así pues, estas tres verdades fundamentales no son simples características de la TD, sino que la definen.